El agente de la Agencia de Detectives Continental de San Francisco se erige desde el momento de su nacimiento en paradigma del detective hard boiled. Es ésta una figura que se expresa por medio de la acción, que se mezcla con la realidad que le circunda en lugar de limitarse a observarla desde la distancia. Es duro, violento incluso. Su origen se remonta a los primeros años veinte del siglo pasado fruto de la fantasía y experiencia en el terreno detectivesco de su creador, el escritor americano Samuel Dashiell Hammett. El agente de la Continental es un personaje gordito, de estatura más bien corta. No se puede preconizar como dechado de fortaleza precisamente, no obstante su carácter exacerbado en ocasiones hace que no rehuya el enfrentamiento cuerpo a cuerpo. De nombre desconocido asoma por primera vez a las páginas de la revista Black Mask en el relato "Una travesura" (Crooked souls, also The Gatewood Caper, 1923) y su presencia se reitera en más de treinta cuentos a lo largo de los años posteriores.
En el desarrollo progresivo del personaje se vislumbra un ente cuya personalidad va solidificando a medida que el tiempo acontece y las aventuras van creciendo en intensidad, acción y violencia según la disposición de los editores de las revistas. Ya en 1923 en el relato "Un montón de cadáveres" (Bodies Piled Up) éstos se suceden de forma encadenada sin tregua alguna mientras el agente, un tipo de seguro no muy sensible, pierde el comedimiento .
[...]
Subimos juntos a la habitación. La puerta estaba abierta. En el centro había una doncella que miraba con ojos como platos la puerta cerrada del armario ropero. Por la parte inferior del mismo, recorriendo casi un palmo por el suelo hacia nosotros había una cinta desangre con forma de serpiente.
Pasé junto a la doncella y probé la puerta del armario. No estaba cerrada con llave. La abrí. Con un movimiento lento y rígido, un hombre cayó en mis brazos, deslizándose de espaldas hacia afuera, con una raja de unos quince centímetros en la parte trasera del abrigo, que estaba mojado y pegajoso.
No me sorprendió del todo: la sangre del suelo me había preparado para algo así. Pero al ver que le seguía otro -éste de frente, y con una cara oscura y retorcida- solté al primero y di un salto atrás.
Mientras yo saltaba, un tercer hombre salió de un tumbo tras los otros dos.
El agente de LA CONTINENTAL en BLACK MASK. Abril 1928 |
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