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EL LADO OSCURO Andreu Martín MENOSCUARTO EDICIONES |
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A finales del pasado año, Menoscuarto
Ediciones desarrolló y dio a luz una interesante idea literaria, la colección
de novelas policíacas «Seis Doble», para narrar las aventuras de la atractiva
detective Sonia Ruiz. «Seis doble» se integra en la línea de la frecuentada y célebre
serie francesa «Le Poulpe» (El pulpo), la última gran ofensiva del neopolar, un
proyecto colectivo surgido en los años noventa en el que en cada entrega un
autor diferente se hace cargo del mismo detective. Cada tomo recoge, más que la
continuación de una historia, los casos y peripecias que distintos autores van
ideando para el detective protagonista. La idea es un intento de recuperar el
carácter popular de la novela negra, con unos relatos contundentes y sin
pretensiones, un mensaje político inequívoco y unos precios al alcance de las
masas más populares. Los sucesivos narradores, autores de primera fila en el
género, van ideando nuevos casos para sus protagonistas comunes, al tiempo que
enriquecen el perfil de los personajes.
Los protagonistas de «Seis Doble» son la
treintañera Sonia Ruiz y su amigo Pau Soria. Sonia es quince años mayor que Pau,
ejerció de canguro cuando él era pequeño, adquiriendo ahora su relación la
categoría de «amigos sin derecho a roce». Sin embargo, Pau siente una atracción
fatal por Sonia. «Qué hermosa era, la madre que la parió. Era su modelo de
belleza femenina desde que aquellos ojos y aquella sonrisa se inclinaban sobre
él, le deseaban buenas noches y le daban un beso después de leerle un cuento.» Sin
embargo, para gusto colores, las relaciones laborales de Sonia con Pau no son
del agrado de la madre de este, Cristina. En una ocasión, cuando Sonia salía de
pasar una noche en el calabozo, liberada sin fianza por un juez, Cristina le
mete una soberana bronca por tarambana y golfa y a su hijo Pau por estar
conviviendo con ella.
Abrieron el fuego en este novedoso propósito Lorenzo
Silva y Noemí Trujillo con una trama relacionada con el acoso laboral. «Nada
sucio», que así se llamaba la historia, nos regaló a una investigadora a la que
costaba creerse del todo. Treintañera, recién separada y sin trabajo, Sonia
Ruiz se embarcó en la carrera de detective con el afán de sobrevivir. Tampoco
llegó a convencer su desinteresado ayudante, un Pau Soria joven que mantiene
con la heroína una relación de amistad que por momentos parece ir más allá. En
«Nada sucio» nos quedamos con la inexcusable y molesta impresión de que Soria
acaba tomando más protagonismo que la propia detective.
Apoyado en este material, Andreu Martín
consigue con «El lado oscuro» una novela sin fisuras, que engancha al lector
desde la primera línea, y que lo obliga a seguir a Sonia Ruiz por los senderos
de una historia en la que se conjugan personajes nada recomendables que campan
a sus anchas en un mundo sin leyes. Su excesivo e incómodo realismo así como su
adscripción sin reservas al género policíaco y la maldad que desprende alguno
de sus personajes hacen de «El lado oscuro» un producto redondo. Hay en él
humor e ironía, escenas de riesgo físico y de sexo explícito. Es ésta una
novela que convence.
Andreu Martín se las arregla para hacer
confluir con solvencia los dos relatos que dan pie a esta novela, historias que
permanecen aisladas hasta el final y que
recogen, por un lado, las investigaciones de Sonia Ruiz para demostrar la
infidelidad del marido de una clienta que responde al nombre de Diana Martínez,
personaje éste que en el momento del encuentro con la detective luce en el ojo
izquierdo los restos de un hematoma de intenso color morado, síntoma de haber
recibido malos tratos. Y, por otro, las de Pau Soria, quien se topa con un
turbio asunto en el servicio secreto español. A Soria lo habían captado años
atrás como experto informático para que colaborase en una alucinante misión
internacional para el gobierno de Panamá. Un veterano del CNI, que tenía ganas de
desplazarse a Centroamérica, le quitó el sitio. Ahora se encuentra a las
órdenes de un experimentado agente, un tal Verdugo, un personaje nada cuerdo
que se mantiene en guerra con el mundo. ¡Soy la alcantarilla del estado!, suele
proclamar a destajo.
El problema es que Verdugo es un mal bicho,
un mal enemigo. Su nombre define a la perfección su personalidad. Tras robar en
casa del fiscal general del estado una miniatura del siglo XIV valorada en
trescientos mil euros y verse descubierto, pasaporta al otro barrio a un joven
compañero y se las ingenia para que la culpabilidad del robo recaiga sobre
éste. Soria no tarda en comprender que el viaje que le proponen a Afganistán es
una forma de quitarlo de en medio: «Se me están quitando de encima. Saben que
he copiado la chorizada de Verdugo en el pendrive y me quieren callar la boca.»
Andreu Martín nació en Barcelona el 9 de Mayo
de 1946. Estudió psicología en la Universidad de Barcelona y entre 1971 y 1979
trabajó como guionista de cómic para la desaparecida editorial Bruguera, al
tiempo que colaboró en revistas como Destino, Cambio 16, Tiempo, El jueves,
Gimlet, etc. En el 79 se embarcó en la aventura de escribir su primera novela, «Aprende
y calla», iniciando así el largo camino de narraciones de género negro que lo
han caracterizado, entre las que se encuentran «Prótesis» que ganó el premio «Círculo
del crimen» en 1980, «El hombre de la navaja» que se hizo con el Hammett en el
89 y «Si es no es» con el «Deutsche Krimi Freis International» en el 92, entre
otros.
Ojalá, esta iniciativa de Menoscuarto
continúe con el mismo éxito porque
fundamentos para ello tiene. Esperemos tener Sonia Ruiz para rato.
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