---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LA MUJER DE UN SOLO HOMBRE (The Silent Wife) A. S. A. Harrison TRADUCCIÓN: Gemma Rovira Ortega EDICIONES SALAMANDRA, 2014 |
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
«La mujer de un solo hombre» -(The Silent
Wife)- arrastra tras de sí una historia sorprendente que la ha convertido en un
éxito de ventas: La Sra. Harrison, autora de cuatro obras de no ficción, era una
escritora desconocida de Toronto que nunca había publicado una novela antes. Su
libro fue lanzado en versión de bolsillo, no en tapa dura que es el formato
preferido y más caro elegido por un editor cuando quiere que un libro tenga
éxito. «La mujer de un solo hombre»
-(The Silent Wife)- fue la primera novela de Harrison, y por desgracia
la última. En un trágico giro de la vida, ella murió de cáncer en
abril de 2013, solamente semanas antes de que su libro fuera publicado. Tenía
65 años.
Jodi y Todd disfrutan de abundantes
comodidades: poseen un condominio frente al mar con unas vistas impresionantes;
él, a su vez, conduce un Porsche y ella un Audi coupé; ambos se solazan con un
estilo de vida indulgente ofrecido por la actividad de promoción inmobiliaria
que él desarrolla. Jodi atiende sólo dos clientes al día en su práctica de
la psicoterapia y dedica el resto de su tiempo a sus clases de Pilates, a
alternar con las amigas y a la preparación de las comidas que ambos
disfrutan. Su perro, un golden retriever, responde al nombre de
Freud. Sus días y noches, los días y noches de Jodi y Todd, carecen de magia,
pero 20 años después de reunirse tras un «oportuno» accidente de coche, todavía siguen juntos sin
haberse casado oficialmente.
Jodi Brett es hermosa, rica e
inteligente. Psicoterapeuta de profesión, es profundamente consciente que
el brillo de su matrimonio se está agrietando. Todd es un tramposo, y Jodi
lo sabe. Ella tiene la sensación de que su vida se desmorona y que un
abismo de sombrías posibilidades se abre ante sus ojos. En el fondo, él también
es consciente de que ella lo sabe; de hecho cuando en un bar de hotel revela a
la clientela –hombres que han tenido hijos, porque éso es lo que hacen los
hombres- que va a ser padre, Todd responde con absoluta franqueza: «Sólo espero
que mi mujer no se haya enterado». Ya en el segundo párrafo del libro
A.S.A. Harrison nos anuncia que Jodi se convertirá en una asesina; su
viaje hacia ese punto de inflexión hará que cada página subsiguiente de la
novela se convierta en el juego de la espera.
Ambientada en Chicago, la alternancia de
capítulos entre “él” y “ella”, revela el descontento y las peculiaridades que
coexisten detrás de las historias de los dos protagonistas, Todd y Jodi. Ninguno
de ellos es fácil de contentar; ambos son productos de crianzas
difíciles. Ella está acostumbrada a las apariencias, al fingimiento
persistente, a los abismos de silencio; sin embargo, es feliz ignorando las
numerosas infidelidades de Todd, manteniendo un hogar perfecto para él: los jarrones
profusamente repletos de rosas, el vino blanco frío a su regreso a casa, las galletas
cubiertas con ostras ahumadas para el caso de que él se presente con hambre... Ella
reflexiona sobre los pensamientos del pasado y las inclinaciones mujeriegas de
Todd, agradeciendo que él no se haya desviado como sus amigos. Sin embargo, Todd
es totalmente incapaz de ver la verdad de las cosas y de hacer frente a la
realidad de su situación, aplicándose a sí mismo el dicho de que “amar a una
más, no significa amar a la otra menos” y manteniendo a sus dos mujeres en la ignorancia
de sus acciones. Él justifica ante sí todos sus chanchullos, incluso su
relación con la hija de su mejor amigo.
Como comentamos anteriormente Harrison nos informa
desde el principio del relato que Jodi se convertirá en una asesina, pero lo
cierto es que ella se toma su tiempo para perfeccionar los pequeños detalles
que hagan la acción de Jodi creíble. Jodi puede tener un aspecto inmaculado
desde el exterior, pero es incómodo verla complacer los caprichos de su marido
y después tomarse pequeñas venganzas por sus indiscreciones. «Once pastillas. Todas las que había en el
frasco, unos comprimidos redondos y azules como los botones de un vestidito de
bebé. Las volcó en su mano y fue contándolas mientras las echaba una a una en
el mortero. Una mujer que tritura somníferos en el mortero de su cocina y
mezcla el polvo resultante, de textura parecida a la tiza, con la bebida que su
marido se tomará antes de acostarse, podría dar que pensar...» Pero el
resultado es solamente una resaca severa para Todd: «Se sienta en el váter con
los codos en las rodillas, tapándose la cara con las manos, y suelta un chorro
de orina fétido. Apenas puede mantenerse erguido. Piensa en el café, en su olor
y su sabor, y eso lo lanza del váter a la ducha, donde abre el grifo del agua
fría. Los helados perdigones le producen un dolor puro, absoluto, pero no son
nada comparados con el martillo neumático que le aporrea la cabeza».
Jodi es fresca y quebradiza, -«...pero a
medida que pasan los años cada vez le cuesta más soltarse, cada vez está más
acostumbrada a la fragilidad que acompaña a la entereza. Supone que llegará el
día en que aparecerán en su piel finas grietas que se ramificarán y se
dividirán hasta que Jodi se parecerá al jarrón de cerámica craquelada de la
repisa de la chimenea»-. Todd, dividido entre los deseos de dos mujeres más
inteligentes y más poderosas que él, es menos concreto. Pero a medida que
la novela avanza, la elegante e incisiva prosa de Harrison se ensucia, se
vuelve más peligrosa, llegando incluso a describir el apartamento que Jodi
mantuvo tan magnífico, como “la guarida de un animal repelente”.
La novela de A.S.A. Harrison ha sido comparada
con «Girl Gone», el gran éxito de
Gillian Flynn, pero la realidad es que «La mujer de un solo hombre» -(The
Silent Wife)- es un libro muy diferente: más frío, menos dramático y, en última
instancia, el alarmante retrato de un matrimonio en descomposición; de cómo las
cosas pueden deslizarse sin que cualquiera de las partes se dé cuenta, de cómo
el asesinato puede, insidiosa y lentamente, parecer la mejor, la única opción.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario