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La
“Ficción Noir” (o novela negra) y el “Hard Boiled” han seducido a muchos de los
mejores escritores del mundo y es copioso el número de seguidores de estas
corrientes que se encuentran entre los lectores del género detectivesco. Sin
embargo una buena parte de estos lectores no tiene claro cuál es la distinción
entre ambas. ¿Cuál es la diferencia entre noir y el llamado hard-boiled
(“novela dura”)? ¿Es noir lo mismo que la ficción detectivesca? Noir es sinónimo
de perdedor. Los personajes de estos relatos son nihilistas, existenciales
y están condenados al fracaso. En toda historia negra el perdedor es
impulsado por la codicia, la lujuria, la envidia o la alienación en una espiral
descendente que, inevitablemente, le absorbe y de la que no puede
escapar. No pudiendo encontrar la salida de su personal carretera al
infierno, apunta a una ciudad llamada Esperanza. Es su propia falta de
moralidad la que ciegamente lo lleva a la ruina. El abuso y el homicidio, la
perversión y depravación sexual, la ansiedad y la ambigüedad matizan la
existencia de una humanidad alienada. Con una visión fatalista, los individuos
en estas novelas caen presas de un mal endémico, en un sistema y una sociedad
donde los valores de la democracia, la ley, el orden y la justicia se han
desmoronado.
La
“Ficción Noir” y el “Hard Boiled” tienen sus raíces en las historias del duro
detective privado que emana de la imaginación de Dashiell Hammett y que son
noveladas en las páginas de la revista Black Mask allá por la década de
1920. En estas historias abundan las damas taimadas, la violencia, la traición,
el asesinato y los nefandos enredos. Dashiell Hammett es considerado como la
figura catalizadora que une las características estéticas con los valores
míticos haciéndolos participes de una forma literaria; así aparecen las
llamadas revistas pulp, que, por su medio de producción, introducen lo noir en
la lucha de clases. El bajo costo y el tamaño compacto de estas revistas no
sólo facilita la circulación de los textos entre las clases obreras, sino que
también introduce el ritmo acelerado en las tramas y los diálogos de muchos de
los cuentos. La “Ficción Noir” y el “Hard Boiled” son variantes de la “Ficción
Policiaca Clásica” y basan gran parte de su argumento en elementos como el
crimen. La “novela negra” es una versión sobria del “Hard Boiled”, ya que
en ella no intervienen elementos notablemente lascivos como la violencia
extrema y el sexo explícito. Ambas corrientes cuentan con personajes relacionados
con el crimen, normalmente héroes que laboran como detectives privados de gran
enjundia moral, encargados de resolver misteriosos asesinatos y robos, o
policías que persiguen a gánsteres. El
nihilismo articulado primero por Hammett se arraigó en distintos autores
norteamericanos como Raymond Chandler, James M. Cain, Horace McCoy, David
Goodis y otros para forjar una poética negra que es la manifestación en la
cultura popular de la angustia existencial.
Así
se expresa james Ellroy sobre la novela negra: «De entre todos los retoños
que brotaron de la ficción hard-boiled, el género negro es el más
escrupulosamente estudiado. La fascinación de lo negro está en la fuerza de la
renuncia moral y de la entrega a la excitación. La importancia social de lo
negro radica en su capacidad para fundarse sobre los grandes temas de raza,
clase, género y corrupción sistémica. El júbilo dominante y el atractivo
definitivo de lo negro consisten en hacer de la condena una diversión. Lo negro
no va a morir: nos brinda un divertimiento demasiado demencial para no florecer
en las mentes de los escritores modernos que desearían viajar en el tiempo para
llegar a 1948 y vivir el malestar general y la psicosis la posguerra».
La
historia es optimista, sin embargo el detective de la novela negra no lo es. Un
cliente necesita ayuda y recurre a un tipo en mal estado, que convive con una
botella de bourbon en el cajón de su escritorio y busca de alguna manera resolver
su problema. ¿Hay algo más optimistas que eso? Además el detective es un
personaje mal pagado, falto de respeto, amenazado, a veces acribillado y
golpeado, que aduce un código ético que
garantiza lo mejor para su cliente, a quien probablemente mienta de todos
modos. Una figura heroica se sitúa en el centro de la novela clásica de
detectives privados; no hay figuras heroicas en la novela negra.
La
“Novela negra” depende de su héroe para mantener la superioridad ética,
mientras que casi todo el mundo con el que interactúa miente, engaña, roba y
mata. El resto de características está íntimamente ligado con las personas
que se revuelcan en el muladar que constituye su mundo.
Los
finales felices no son necesarios ni siquiera frecuentes en una historia
privada pero el lector, en general, tiene un sentido de la justicia que hace
que el héroe solitario supere todas las fuerzas que han sido desplegadas contra
él. La historia negra con final feliz nunca se ha escrito, ni va a ser
escrita jamás. Las almas perdidas y corruptas que pueblan estos relatos
fueron condenadas hace tiempo a causa de sus corazones huecos y sensibilidades
depravadas.
Me
encanta la novela negra. Se burla de la perdición. Hace de la condena una
diversión. ¿Y a quién no le gusta la diversión?
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Felicidades genial artículo.
ResponderEliminarLo comparto en mi blog indexando al tuyo.
Mañana saldrá publicado
http://crucesdecaminos.blogspot.com/2015/02/por-que-noir.html
Desde hoy te leo. Gran descubrimiento.
Saludos
Gracias por tus amables palabras. Es una satisfacción para mí que pienses así y motivo más que suficiente para seguir adelante. De nuevo GRACIAS.
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