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DESCENSO A LOS INFIERNOS (The wounded and the Slain) David Goodis TRADUCCIÓN: Celia Filipetto CRIMEN & CÍA. EDICIONES AUSTRAL |
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James Bevan y Cora se encuentran de
vacaciones en Jamaica con la esperanza de arreglar un matrimonio fracasado que hace
agua por todas partes y que deviene en miserables sus vidas. El supuesto
descanso ha sido recomendado por un médico que ni quiere ni cree poder
ayudarlos. Cora nunca ha sido capaz de disfrutar en la intimidad con
James. Ella se muestra fría y distante con su marido, pero a la vez se
manifiesta cálida y coqueta con un corpulento extraño que la corteja. El
problema es la forma en que James, desesperado por encontrar algo que valga la
pena vivir, primero encuentra consuelo con una prostituta y después (cuando el
decoro y la conciencia le obligan a romper con ella) se pierde en el estupor del
alcohol, y se transforma en un borracho impenitente con deseos suicidas.
Las cosas van lentas en la primera mitad del
libro, mostrando sin tapujos la miseria de las relaciones humanas. Cerca
de la mitad, tras el delito, finalmente levanta cabeza y es a partir de ahí cuando
la acción comienza a desarrollarse. De regreso a casa después de una noche
de sometimiento al poder del alcohol, exhalando efluvios etílicos por doquier,
deambulando sin sentido a través de los barrios pobres de Kingston, James mata
a un ladrón en defensa propia. El asesinato y el subsiguiente chantaje, sacan a
James de su letargo de embriaguez, y comienza a hacer algo productivo por primera vez en
mucho tiempo. ¿Será éste el catalizador que haga que su matrimonio renazca? ¿O
será la causa de la caída final y la destrucción de James y Cora?
El final de la historia es bastante ambiguo y
sabuloso y sin embargo, la esperanza es una manera perfecta de terminar esta
mirada fascinante a dos personas en una situación muy compleja. No es
cuestión de hacer leña del árbol caído pero, éstos dos realmente se amaban al
principio hasta que sus propios problemas psicológicos les llevan a la
destrucción de su matrimonio. Las impenitentes borracheras de James –litro
y medio diario de ron en Winnie´s-, su deseo de tener hijos con su mujer, el flirteo
de Cora con otro hombre, todo contribuye a la incapacidad de mantener
íntimamente cercanos a estos dos personajes.
En «Descenso a los infiernos» Goodis teje una
red que alcanza la parte más oscura y sórdida de la naturaleza humana; un
retrato de dos personas fracasadas, que luchan contra el destino, una lucha
contra lo absurdo. Cora sufrió un trágico suceso a una edad temprana que le
produjo un gran daño psicológico; ella no sólo tiene problemas en la
intimidad familiar con su esposo sino que ha padecido abortos frecuentes e
involuntarios. James, a su vez, se ha dado de frente con una esposa
frígida, incapaz de tener hijos, algo que le lleva a mantener una aventura con
una prostituta y que le acarrea la búsqueda de refugio en el fondo de una
botella, refugio del que se niega a salir.
Son éstos dos, James y Cora, los seres
humanos de ficción más lamentables con que uno pueda tropezarse jamás, ya que,
a pesar del melodrama de sus males, la historia está montada de tal manera que
verdaderamente es imposible dejar de compadecerse de ellos. James y Cora están
concebidos de forma diferente a esos otros personajes autodestructivos de
Goodis, personajes que son desagradables de por sí y que forman parte del juego
moral que propone el autor, una fórmula como otra cualquiera de que los
lectores no se vinculen a ellos antes de que se estrellen en un final
irremediable. James y Cora son diferentes; son gente común, y su
incapacidad para hacer frente a sus problemas es lo que impulsa el
drama. Su historia es triste y abatida. La escritura de Goodis tiene un aire
palpable de melancolía. Sus novelas han sido catalogadas, no sin algo de
razón, como notas de suicidio, y encasillarlo como «maestro de la novela negra
sombría» subestima la definición de palabra «sombría».
Éste no es un libro para todo el
mundo. Goodis es un escritor fantástico, pero «Descenso a los infiernos» es
una novela profundamente trágica y melancólica, y éso no es lo que cualquier
lector espera de una novela. No se lleve pues a engaño, «Descenso a los
infiernos» es una lectura miserable. No hay nada romántico o idealizado
aquí, sólo la pobreza destartalada y la vida sin amor, la violencia sin sentido
y la incomprensión entre los hombres. No está claro si James y Cora tienen
una oportunidad de redención al final -la lectura de sus obras me ha demostrado
que no- pero de lo que no cabe duda es que sus vidas hasta las páginas finales
son un infierno helado y multicolor y que hay una gran probabilidad de que todo
se reduzca simplemente a éso.
Ésta historia es un entretenimiento
bullicioso, algo así como revolcarse en la aflicción y, por supuesto, más que
un libro para leer es una obra para pensar, ya que está increíblemente bien
hecha. Es un libro fuerte desde la perspectiva emocional. Así que, si
no le importa darse un paseo por el lado más oscuro de la miseria humana, a
través de los túneles de la torsión, el miedo, el odio y el sufrimiento abyecto
para resurgir con una incierta posibilidad de esperanza... entonces lea este
libro. Es una pieza inquietante de ficción, algo que le atrapará desde sus
comienzos.
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